Dios Me Hará Justicia...

“Esta Página y su contenido esta dedicada a la Memoria de un Hombre altruista y de buen Corazón; Padre, Hijo, Esposo, Amigo, Dirigente gremial y por sobre todas las cosas INOCENTE. Que debido al Miedo y al Deseo de Proteger a sus Seres Queridos,terminó envuelto involuntariamente en un Hecho Macabro, en el que participan funcionarios policiales y del cual se le pretende responsabilizar…”

lunes, agosto 28, 2006

(Cheque ensangrentado) Prueba del Estado Mental de Jorge Martinez, Momento Previo a su Muerte (¡Estaba trabajando!) (doble click para ampliar imagen)

CONCLUSIÓN DE LA AUTOPSIA PSICOLÓGICA


1. -Según todos y cada uno de los elementos considerados en el presente procedimiento de Autopsia Psicológica, es posible establecer, con el mayor rango de probabilidad que la “MODALIDAD DE MUERTE” que precedió el deceso de Jorge Martínez Arévalo no corresponde al modo suicida.

2.- Descartado también el modo por causa natural, las modalidades restantes podrían ser explicadas solamente debido a los modos de muerte, producto de accidente u homicidio. No obstante acreditada la participación de terceros en el sitio del suceso, considerando el singular proceder de éstos, el relato de testigos, las evidencias medicas por informes, trayectoria de la bala, munición v/s diámetro de las heridas etc. la modalidad de muerte que presenta mayor consistencia con los hechos, corresponde al modo de Homicidio.

3.- De acuerdo a todo lo evidenciado, no es posible establecer el síndrome pre-suicida en la persona de Jorge Martínez Arévalo, puesto que la ideación “post-mortem” expresada en las ultimas 2 carillas de la carta dejada por el occiso, además de entremezclarse con otra ideación de fuga o escape hacia fuera del país, en ningún caso constituye por si sola, una prueba irrefutable que demuestre el suicidio de Martínez. (Cabe recordar que lo que queda manchado con su propia sangre, no es la carta, si no que un cheque que llenaba mientras recibía mercadería ¿nota suicida?).

4.- Se debe considerar que el estado mental que precedió el termino de la carta del occiso, es posterior y coetáneo al momento en que JM comprende y vislumbra, que la identidad del tipo descuartizado que figuraba en todos los medios de comunicación nacional, correspondía al mismo joven drogodependiente conocido por él, como el “Juan”, a quien días antes había ido a denunciar (comisaría) por extorsión y amenazas en contra la integridad física de su familia y de una eventual quema de sus propiedades. Frente a lo cual “acepta” la proposición sugerida por un policía, que en ayuda de un “colega” y a cambio de una suma de dinero, consistía en identificar y detener al mencionado joven, para enviarlo por “un buen tiempo a los hoteles del estado”.

5.- El nivel o grado de victimización evidenciado en torno a la figura de Jorge Martínez, es prácticamente nulo en la esfera de su vida privada y rutinaria, pero ostensiblemente alto en relación a la esfera circunstancial que ligan su proceder involuntario a un hecho criminal que termina con la vida de un joven por quien a pesar de todo sentía cierto “aprecio y pena por su estilo o suerte de vida”, descartando cualquier especulación respecto a un vinculo de carácter homosexual (incluso ratificado por examen fisiológico).

6.- Por tanto y para finalizar, si consideramos la imposibilidad de acreditar el síndrome pre-suicida en la persona de Jorge Martínez Arévalo., La cantidad de factores protectores que impiden concretar el suicidio (familia, trabajos, buena situación económica, ausencia de deudas, redes de apoyo social, buena salud mental, hijas en etapa de desarrollo, ausencia de plan suicida, visión de futuro, planes a corto plazo etc.)., El estado mental previo a su muerte que reflejaba absoluta normalidad (estaba trabajando como de costumbre) y el alto grado de victimización producto de un evento circunstancial en el cual de manera absolutamente involuntaria, termina vinculado o ligado al accionar delictivo y bizarro de terceros (“policías”a quienes el propio Martínez describe en su carta como “Criminales peligrosos” que posiblemente vendrían por él, para que “esto no se sepa”). Las probabilidades y la cantidad de evidencias psicológicas complementadas con la evidencia material, descartan el suicidio y apuntan directamente en dirección a una modalidad de muerte por homicidio.